Los retos son las situaciones problemáticas que les presentamos a los alumnos para que puedan desarrollar su aprendizaje. Son situaciones que deberían acercarse al máximo posible a la realidad laboral que van a tener que desempeñar, y por tanto, las empresas del entorno son un factor clave en la generación de estos retos. Resulta muy interesante su colaboración para dar más realidad tanto a la situación que los equipos van a tener que resolver como a la presentación de resultados que cada equipo haga.
La dinámica
Los retos, para que lleguen a serlo, deben generar una dinámica de resolución muy particular en el aula; deben asegurar un proceso de “divergencia-convergencia” que permita al alumnado trabajar desde la perspectiva de múltiples alternativas. Ello provoca en el alumnado la necesidad de trabajar desde competencias básicas como interpretar, transmitir, sintetizar, decidir,…
La dinámica que desde Tknika proponemos es la siguiente:
Para facilitar esta dinámica en el aula os proponemos que desarrolléis cada uno de los retos en dos formatos:
- alumno (el formato que recibirán los/las alumnos/as)
- profesor (el formato que recoge qué queréis conseguir y cómo lo vais a hacer en cada una de las etapas el equipo de profesores).
Os facilitamos los modelos:
Además, por si te sirven de referencia aquí tienes varios ejemplos:
Ejemplos
Preguntas frecuentes
Este modelo busca impulsar la participación activa del alumnado, protagonizar su proceso de aprendizaje y orientarlo hacia el descubrimiento autónomo de respuestas y soluciones. Pero para eso el equipo docente tiene que ser guía y en algunos contenidos puede resultar imprescindible impartir algunas clases magistrales. Tendremos en cuenta dos aspectos importantes:
- Estas clases magistrales deberán ser incluidas dentro del contexto del reto, por ejemplo, en el paso 4 de la búsqueda de información; de esta forma el conocimiento que transmitimos se convierte en significativo para el alumnado.
- Es importante valorar correctamente si el alumno o alumna tiene verdaderamente necesidad de esa clase, algo que igual podemos evitar si dinamizamos bien las fases del reto.
El reto debe diseñarse de forma colaborativa entre todo el equipo docente y debe cumplir las características indicadas en la primera infografía de esta página
Tiene que estar bien planificado a través de las dinámicas de aprendizaje, evaluación y feedback, especificando correctamente su duración, recursos a utilizar, forma de proceder… (reto docente).
Debe de haber coherencia entre el diseño del reto (dinámicas, entregables, tareas..) y lo que pretendemos con él (objetivos del mismo,normalmente expresados en forma de competencias técnicas y transversales).
La mejor prueba es verificar, después de la ejecución del mismo, si es ejecutable tal y como lo habíamos diseñado (tiempos, espacios,…) y si con el mismo se logran los objetivos previstos, introduciendo las mejoras pertinentes.
El reto está compuesto de 11 pasos para generar espacios de desarrollo de competencias, especialmente las transversales. Por ello, recomendamos que, sobre todo al principio, hasta que el equipo docente y el alumnado interiorice el sentido de cada uno de los pasos, se mantenga esta secuencia de trabajo. De todas formas, si se decide modificar esta propuesta, se debe de asegurar que el alumnado sigue siendo el protagonista de su proceso de aprendizaje y que se mantienen los siguientes principios:
- El equipo docente debe asegurar que el diseño permite trabajar las competencias definidas en el reto.
- El equipo docente debe realizar un diseño que fomente el aprendizaje colaborativo, definiendo para ello momentos tanto para el trabajo en equipo como para el trabajo individual.
- El alumnado debe hacerse consciente de sus necesidades de formación y abordar el proceso de búsqueda de la misma.
- El alumnado debe de vivir un proceso de divergencia/convergencia en su camino de búsqueda de la solución al reto.
- El alumnado debe de tomar decisiones, planificarse y autorregularse.
- El alumnado debe de reflexionar sobre todo el proceso, reconociendo los progresos e identificando sus puntos de mejora.
La dificultad suele estar tanto en el sentido de estos pasos como en cómo dinamizarlos. Son una parte importante del proceso de aprendizaje por varios motivos:
- el protagonismo debe pasar del profesorado al alumnado. El profesorado debe buscar cómo presentar el reto de forma que el alumnado lo perciba atractivo y merezca la pena trabajar en él.
- el alumnado conecta con el reto y con los aprendizajes para los que ha sido diseñado. El alumnado debe trabajar sobre lo que se pretende lograr con el reto, lo que subyace en él, los beneficios de solucionarlo, etc.
- el alumnado se plantea qué sabe y qué necesita aprender para dar respuesta al reto.
Trabajar bien estos pasos, facilita la transición al 4º paso sobre todo en lo que se refiere a que el alumnado asuma la responsabilidad del aprendizaje y a que éste sea autónomo.
El detalle da cada paso está recogido en la segunda infografía de esta página. También incluye dinámicas que facilitan trabajar con el alumnado estos pasos.
Todo depende del proceso del aprendizaje del alumnado. Es ese proceso el que lleva al equipo docente a decidir si es necesario o no repetir algún paso, volver atrás en el proceso, etc.
En cualquier caso, y dado que el aprendizaje no es lineal, según se avanza en el proceso de resolución de un reto puede ocurrir que sea necesario replantearse algunos de los pasos anteriores para corregirlos, ampliar contenido, etc.
Por ejemplo, cuando un equipo está obteniendo información (fase 4) se le pueden ir generando nuevos parámetros (fase 3) relacionados con los nuevos aprendizajes o cuando está ejecutando la solución de un reto (fase 9), se puede dar cuenta de que debe profundizar en algunas habilidades (fase 4) o rehacer la planficación (fase 8).